" Cada salida, es la entrada a otro lugar"

Este blog pretende transmitir la belleza y peculiaridad de lo cercano, los lugares que nos transportan en el tiempo y en el espacio. Rincones de nuestra geografía más próxima que nos dejan sin aliento o nos transmiten una paz necesaria en momentos de dificultad. Espero contribuir a que conozcamos un poquito más dichos lugares y a despertar la curiosidad del lector para que en su próxima salida, inicie la entrada a otro lugar... un lugar al que viajar sin necesidad de sacar billete.

martes, 31 de julio de 2018

TORRE DE ANDUCH, SEÑORIO INDEPENDIENTE (Mas de las Matas y La Ginebrosa)

  

Hay lugares por los que transitamos cientos de veces y no llaman nuestra atención. Sitios cuya apariencia, probablemente ajada por el paso del tiempo, pasa desapercibida para los ojos del profano. Son vinculo emocional de los descendientes de aquellos que vivieron allí u objetivo del curioso, del investigador o del historiador, pero apenas tienen importancia para el resto de los mortales. Tal es el caso de nuestra protagonista de hoy.



El 99,99% de aquellos que estáis leyendo este artículo habéis transitado decenas de veces por la carretera de Alcorisa a Mas de las Matas. Alrededor de un 60% habréis oído hablar alguna vez de la Torre de Anduch. Quizá un 15% haya parado alguna vez para curiosear los restos de ese conjunto de masadas imponentes, hoy en decadencia. Sin embargo, no creo que llegue al 5% la gente que conoce la historia de esta tierra singular, de esta pardina cuyo pasado no deja indiferente a nadie. Por supuesto que son porcentajes inventados, pero no creo haberme alejado mucho de la realidad.




Anduch, fue lo más parecido a un Señorío. Durante siglos, esta gran dehesa que se extendía al sur de las estribaciones orientales de la Sierra de los Caballos, entre Alcorisa y Mas de las Matas, fue territorio independiente. Zona fronteriza con el resto de municipios.

Salvando las distancias, Anduch era un pequeño reino de Taifa en el corazón de la corona aragonesa. Dado que la justicia dentro de sus dominios era impartida, dentro de la propia Torre, por el señor de la misma, eran continuos los conflictos que Anduch tenía con Alcorisa, Mas de las Matas, La Ginebrosa, Castellote y Foz Calanda, incluso con las Ordenes Militares, ante el Justicia de Aragón y la Real Audiencia.

No creo necesario explicar como llegar a este interesante conjunto de masadas. Todos las hemos visto alguna vez, aunque algunos jamás las hayan mirado. Yo recomiendo encarecidamente su visita, pues su deterioro es mayúsculo, y a cada año que pasa es menos lo que permanece en pie.






No hace ni un mes que estuve allí. Pese a que la ruina está doblegando la monumentalidad de todas sus estructuras, todavía podemos distinguir vestigios de lo que un día fue. De hecho, la importancia de la Torre de Anduch y toda su pardina está ligada al manantial que llena el abrevadero existente junto a las masadas del servicio, bajo el dominio vigilante de lo que fue el caserío del Señor, construido sobre una pequeña loma. Es ese manantial, el que generó un asentamiento íbero permanente unos cientos de metros al Oeste, hacia el término de Alcorisa, el germen de Anduch.

Y no cabe duda de que fue el agua que brota de ese caño metálico, la que convirtió la dehesa de Anduch en un territorio codiciado, una demarcación territorial que desafió a los municipios colindantes y a las Órdenes Militares.

Según relata David Fernández en el libro “Alcorisa en la edad moderna”, la Torre Anduch “era un lugar de señorío, por lo que el Señor detentaba la posesión de tierras e inmuebles así como el disfrute de sus rentas, frutos y derechos dominicales, incluido el ejercicio de la jurisdicción civil y criminal, alta y baja, mero y mixto imperio, supremo y absoluto poder”



“Los privilegios de los que gozaba el Señor, según los fueros y observancias del Reino de Aragón, eran los mismos que los que disfrutaban caballeros, infanzones e hidalgos. No podía ser compelido ante ningún tribunal que no fuesen las instancias supremas de justicia del Reino, es decir, la Corte del Justicia de Aragón y la Real Audiencia.” Incluso el señor de estos dominios, entre muchos otros privilegios, tenía derecho a portar armas, no pagaba pechas, tan solo la mitad del diezmo y podía votar en Cortes Generales.



Era tal el poder del señor de Anduch, que gozaba de doble condición, por un lado los privilegios que los fueros del Reino les otorgaban a caballeros, infanzones e hidalgos. Por otro, los privilegios propios de su vecindad alcorisana, pues dicho Señor, residía en ella.

Actualmente, todo el territorio “Anduch” pertenece a los términos municipales de Mas de las Matas, La Ginebrosa y Alcorisa. Los dos primeros términos dividen la pardina por el centro, pasando por la vía que divide el complejo constructivo, dejando masadas y corrales a un término u otro dependiendo de si están a la izquierda o a la derecha del camino. Alcorisa se quedó con las tierras que Anduch tenía al Sur y al Este de Valdenuez, los Troncazales y Valdelamata.

Aunque aquella rica dehesa haya sido roturada casi en su totalidad, todavía podemos distinguir pequeños rincones boscosos en sus zonas más abruptas, que nos pueden dar una idea de cómo pudo ser en un pasado lejano este inmenso coto privado.

Es más, el lugar donde el Señor impartía su justicia, guarda vestigios de su glorioso pasado. Sillares, bellas arcadas, pilares de experta factura, pinturas, restos de una prensa, horno de pan cocer, un enorme y bellísimo aljibe… Sin lugar a dudas existen todavía muchas huellas de aquella sorprendente importancia histórica.

No quiero olvidarme de los chopos cabeceros que hay al final del abrevadero. Son verdaderamente majestuosos. Si pudieran hablar…



Su última gran aportación a la historia, fue ser el Cuartel General del mando republicano durante la ofensiva del bando sublevado sobre la Sierra de los Caballos en marzo de 1938. De hecho, según cuentan, el magnífico aljibe de la Torre sirvió para que los soldados republicanos, en retirada, hiciesen desaparecer el armamento que no podían cargar y que no querían que cayera en manos enemigas. ¿Será solo una leyenda? ¿O el agua que todavía permanece en su interior envuelve numeroso armamento de la última gran guerra?




Sea como fuere, si no lo habéis hecho, debéis visitar Anduch, señorío independiente.


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