" Cada salida, es la entrada a otro lugar"

Este blog pretende transmitir la belleza y peculiaridad de lo cercano, los lugares que nos transportan en el tiempo y en el espacio. Rincones de nuestra geografía más próxima que nos dejan sin aliento o nos transmiten una paz necesaria en momentos de dificultad. Espero contribuir a que conozcamos un poquito más dichos lugares y a despertar la curiosidad del lector para que en su próxima salida, inicie la entrada a otro lugar... un lugar al que viajar sin necesidad de sacar billete.

domingo, 26 de noviembre de 2023

EXTINCIÓN (Las Parras de Castellote)

             En toda localidad hay rincones, lugares, emplazamientos, espacios, zonas… con un atractivo especial. Paisajes que por sus características llaman la atención del visitante. Muchos de esos paisajes han sido moldeados a lo largo de la historia tanto por intervención natural, como por intervención artificial.


           Nuestro protagonista de hoy es uno de esos rincones. Un bello barranco rasgado por las corrientes de agua, rodeado de esbeltas calzadas y con una vegetación incipiente que aprovecha la sombra y la humedad de la angostura. Incluso en dicho barranco, nuestros antepasados construyeron hasta dos monumentales norias de una proeza arquitectónica excepcional.

              Como hemos dicho antes, en todos los pueblos existen rincones así, espacios muy atractivos a los ojos del visitante. Si a esos espacios les añades una oferta recreativa original y sugestiva para los más pequeños, el coctel concluyente es fascinante. El Barranco de Las Parras, nuestro protagonista, es un ejemplo maravilloso.

              Siempre he sentido curiosidad por como son los momentos en los que surgen las grandes ideas. Los momentos en los que una o varias personas diseñan en su cabeza un bosquejo que en un principio resulta cercano a la excentricidad. Conforme la idea comienza a ser compartida, moldeada, visualizada… empieza a convertirse en un proyecto viable, en un fantástico plan.

Imagino que la primera persona que propuso transformar el barranco de Las Parras en un diminuto “Jurasik Park”, tuvo que soportar miradas incrédulas, recelos, risas incomodas… pero alguien también vio en ello una oportunidad y decidió apostar por esa idea original. Hoy es todo un éxito.

              Ya habíamos estado en este precioso barranco temático, pero no conocíamos a la nueva incorporación, el hermano mayor, la réplica más grande del mundo del mítico Patagotitán. Era obligado volver a “Extinción”.

              Fue el 27 de agosto, día de Santa Mónica, cuando decidimos regresar a Las Parras. Los días precedentes había hecho un calor asfixiante, superando los cuarenta grados por el día y los treinta por la noche, así que habíamos ido aplazando la visita, apurando el final de mes. El sábado 26 amanecimos con un brusco cambio de tiempo, así que decidimos que el día siguiente, sería el día perfecto para conocer al que, según los expertos, fue el animal terrestre más grande de todos los tiempos.

              Viajar a Las Parras de Castellote siempre es un placer, incluso cuando el cierzo se muestra belicoso. Sus frías acometidas, después de las tórridas jornadas que habíamos vivido, eran una bendición del cielo.

              Nunca nos cansamos de disfrutar del trayecto hasta territorio parrino, por muchas veces que lo hayamos recorrido ya. Nuestro angosto Valdenuez, el cabalgamiento del Caballo, el “Señorío” de Anduch, la torre más alta de la provincia, las bellas riberas del Guadalope con la sierra de la Menedella como telón de fondo, los barrancos de Abenfigo y Seno, el gran muro de Caliza sobre el que se asientan el castillo templario y el LLovedor, la siempre mágica villa de Castellote, la monumental presa de Santolea, el Castellar, la hermosa y bien cuidada aldea de Jaganta… Son innumerables los atractivos de los que disfrutamos en este trayecto.

              Conforme nos acercamos a Las Parras, destaca la esbelta torre de San Nicolás de Bari. Las Parras es una localidad de pasado templario, dominada desde el siglo XII por las Órdenes Militares presentes en Castellote. Los Maestres y Comendadores del castillo castellotano eran los señores de estos dominios. Es tierra de olivo, y por ende tierra de buen aceite. Todavía puede visitarse la maravillosa almazara de la que disponía la localidad.

              Aparcamos en la calle del Barranquillo, travesía y arteria principal de la población. Embocamos andando la calle de San Antonio, dejando a la izquierda la parroquial mientras caminamos por la calle del Portal. ¿Por qué la llaman calle del Portal? Si la visitáis, enseguida veréis el por qué.

              El casco urbano de Las Parras tiene una traza constructiva poco planificada, con anchos distintos, recovecos, esquinas… probablemente su trazado urbano sea de época andalusí. De todas formas, sorprende lo bien cuidadas y arregladas que están sus calles, lo remozadas que están sus casas y la espectacularidad de “la Mayor”, su barranco y su puente medieval. Merece mucho la pena perderse entre sus calles y callejones.

              Dejamos el puente a la derecha y caminamos por el cauce del barranco de Las Parras. Llegamos a un rincón espectacular, de esos de película, de esos que no dejan a nadie indiferente. El lavadero, la fuente, la noria… este espacio bien podría ser un digno plató de cine en películas de otras épocas.

              Desde aquel punto ya vemos el llamativo letrero que da acceso a territorio saurio. Según he podido leer en el periódico La Comarca, todo surgió de la afición de un parrino afincado en Aguaviva. Rafa Martínez, tras unos primeros pinitos replicando animales más convencionales, decidió aventurarse con dos dinosaurios. Tan satisfactoria fue la experiencia, que el Ayuntamiento de Las Parras, a través de su Alcalde, le  ofreció la posibilidad de exponer dichas replicas en la senda que discurre por el barranco. Fue tal el éxito que tuvo la idea, que Rafa decidió ampliar el parque jurásico con nuevas replicas y elementos anexos que crean una atmosfera muy especial en un escenario excelente.















              Pronto “Extinción” se convirtió en un reclamo maravilloso para los pequeños (y los no tan pequeños) gracias al boca a boca. Fue tal el éxito de este atractivo barranco temático, que decidieron ser aún más ambiciosos, planteando la construcción del dinosaurio más grande del mundo.

              Cuando accedemos al paseo jurásico, nos recibe el gran protagonista de la película dirigida por Steven Spielberg, el Velociraptor. Lo encontramos protegiendo a sus pequeñas crías, que por fin han roto la cascara de sus respectivos huevos. Continuamos hacia delante y unos simpáticos Compsognathus observan inocentes  nuestro lento deambular, dispuestos a darnos un susto. A la izquierda, los huesos de un dinosaurio ya fallecido, probablemente devorado por algún predador. Quizá el T-REX, que nos espera más adelante con su afilada dentadura. Suerte que tenemos un refugio en el que guarecernos. Todavía hay más sorpresas antes de llegar al Rey del barranco, no os las perdáis.

              Como hemos dicho, el paseo es agradable. Al fabuloso entorno, se suman los atractivos dinosaurios, que no dejaran de arrancar sonrisas y aspavientos a nuestros pequeños durante todo el recorrido, pero sin duda, esas sonrisas, esos aspavientos, se tornan en admiración y sorpresa cuando distinguen al gigante Patagotitán. 46,7 metros de longitud y 71,5 toneladas son las cifras de este monumental ejemplar. ESPECTACULAR.

              El recorrido se completa atravesando un puente construido con los restos óseos de otro dinosaurio, otro atractivo elemento que engrandece todavía más esta original oferta turística de los vecinos y vecinas de Las Parras.



          En definitiva, si no lo conocéis, no esperéis más. Tampoco creáis que encontraréis en territorio parrino un Dinópolis, ni falta que hace, es, digámoslo así, un paseo tematizado en un entorno privilegiado. Una apuesta decidida por dotar de un contenido que aporta, que genera atracción y que genera expectativas, un bello paseo que nace desde un entorno rural idílico y continua por un entorno natural bellísimo que cuenta con atractivas aportaciones artificiales de nuestros antepasados. OS GUSTARÁ.