En el término municipal de La Ginebrosa, junto al rio Bergantes, y escondida entre masadas ya deshabitadas, se esconde una pequeña y modesta ermita dedicada a Santa María Magdalena.
Actualmente se celebra allí la fiesta de las cerezas, una celebración anual muy arraigada entre las gentes de la zona. Sin embargo, antiguamente, este pequeño edificio, era el cordón umbilical de una inmensa red de masadas, “las masadetas”, ubicadas en la margen derecha del rio Bergantes desde el puente del arenal hasta su desembocadura en el Guadalope.
Precisamente, sobre la desembocadura del Bergantes, se hallan los restos de otra ermita dedicada a María Magdalena. Esta ultima mucho más antigua, pues formaba parte del núcleo poblacional de la vieja villa templaría de Buñol, abandonada ya hace cientos de años. Hoy, tan solo los frágiles restos de muralla y el esqueleto de la casi derrotada ermita, recuerdan aquella plaza fuerte de la reconquista.
“LAS MASADETAS”, grandes edificios, en su mayoría abandonados, que antiguamente albergaron una gran cantidad de vida en su interior. Memoria de los antiguos masoveros.
Es una ermita que me trae muchos recuerdos , pues desde bien pequeña acudiamos al domingo de las cerezas con el tio Antonio ´el abuelo Andres y la tia Enriqueta , y lo pasabamos muy bien.
ResponderEliminarYo soy de Villafranca del Cid (Castellón)