" Cada salida, es la entrada a otro lugar"

Este blog pretende transmitir la belleza y peculiaridad de lo cercano, los lugares que nos transportan en el tiempo y en el espacio. Rincones de nuestra geografía más próxima que nos dejan sin aliento o nos transmiten una paz necesaria en momentos de dificultad. Espero contribuir a que conozcamos un poquito más dichos lugares y a despertar la curiosidad del lector para que en su próxima salida, inicie la entrada a otro lugar... un lugar al que viajar sin necesidad de sacar billete.

martes, 2 de julio de 2013

LOS FONTANALES

La fuente de los Fontanales es uno de esos lugares en los que nuestro ritmo cardíaco se ralentiza, en los que escuchamos nuestra propia respiración, en los que nuestra mente desconecta del día a día y disfruta de la belleza y peculiaridad de un paisaje labrado por el tiempo, el rió Guadalope y la mano del hombre.

Se accede por un camino de tierra en muy buenas condiciones desde la carretera que comunica Calanda y Mas de las Matas, cercano al lugar donde el rió Bergantes o Valenciano( Así lo llaman los mas ancianos del lugar) desemboca en el rió Guadalope. El cauce del rió dibuja varios meandros en la cola del embalse de Calanda. Es en el primer meandro donde se encuentra la fuente de los fontanales. Una fuente de alto valor, no solo por su belleza paisajistica, sino también por la calidad de sus aguas.


Esta fuente mana de una inmensa pared de roca de aproximadamente 200 metros, que “llora” por diferentes caños el liquido elemento, entregándolo al Río para que se mezcle con sus aguas. Actualmente son nueve los diferentes caños por donde brota el agua, un agua fría y cristalina que discurre por las laderas de lo que normalmente suele ser parte del embalse de Calanda.

El lugar es paradisíaco. Habitualmente inundado por las aguas del embalse lo que ayuda a mantener el lugar limpio, sin basuras, ni exceso de vegetación. Al ser la cola del pantano, las crecidas de los dos ríos han depositado una arena fina parecida a la de la playa bajo los chopos, lo que da al lugar un aspecto todavía mas acogedor.


Llama la atención como estos grandes chopos, cuyo tronco queda parcialmente bajo las aguas del pantano, han conseguido adaptarse a unas condiciones ambientales que no son las mas propicias para ellos.

También en dicho lugar se haya el refugio de los pescadores, un pequeño recinto donde los pescadores o excursionistas tienen la posibilidad de relizar fuego de forma autorizada o refugiarse en dias de mala climatologia.


Rodeada de montañas de roca caliza, destaca sobre todas ellas el pico de la Tarayola, de 804 metros de altura, lugar magnifico para contemplar todo el entorno desde una situación privilegiada. Dicho pico da nombre a la Asociación Cultural “Tarayola” del municipio de La Ginebrosa, una asociación muy involucrada en las actividades culturales y recreativas de la localidad.

La fuente de los Fontanales siempre ha tenido gran importancia para nuestros antepasados, de hecho, a unos cientos de metros del lugar se encuentran las ruinas del Castillo musulmán de “Buñol”. Encaramado sobre un cerro que domina la desembocadura del Bergantes sobre el Guadalope. Hoy solo quedan pequeños muros de piedra y restos de la vieja ermita de la Magdalena.


El territorio donde se asienta, fue en un principio poblado Ibero, siendo ocupado poco después por los Romanos. En el 714, las tropas de Muça llegaron a Buñol ocupandolo sin resistencia. En 1169 llegaron los cristianos. Su dueño fue Blasco de Alagón por donación de Jaime I. Su hijo Artal le dio carta puebla en 1291 y en 1295 lo permuto con los templarios. Estuvo en manos del temple hasta 1309 en que se disolvió la orden. Poco a poco, al ser conquistada Morella, y desplazarse la frontera, el lugar se fue despoblando, siendo abandonado definitivamente durante el siglo XIV.

En definitiva, el conjunto medioambiental en el que esta enclavada la fuente de los “Fontanales” no deja indiferente a nadie. Es sin lugar a dudas un lugar fascinante y bellisimo en el que podremos disfrutar contemplando como las montañas lloran el paso del eterno Río Guadalope, el segundo afluente mas largo de la margen derecha del Ebro, que durante miles de años ha ido esculpiendo nuestros paisajes, dotándolos de una belleza extraordinaria. En sus 160 kilómetros de recorrido se ha encargado de dejarnos lugares inolvidables, cargados de belleza, magia e historia, pero esos lugares los visitaremos en próximos números.

Espero amigos lectores haber despertado su curiosidad, que haya nacido en ustedes la necesidad de salir, de conocer este cercano y desconocido lugar. Pero es necesario darse prisa, pues es parte de su encanto el hecho de que la mayor parte del tiempo, este bello lugar permanece sumergido bajo las aguas, esperando que una nueva época de sequía le deje salir de nuevo al exterior.

                                           

1 comentario:

  1. ¿es por La Ginebrosa? Aunque para verlo así de bonito, debe de llover...
    Exactamente no sabría llegar

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