" Cada salida, es la entrada a otro lugar"

Este blog pretende transmitir la belleza y peculiaridad de lo cercano, los lugares que nos transportan en el tiempo y en el espacio. Rincones de nuestra geografía más próxima que nos dejan sin aliento o nos transmiten una paz necesaria en momentos de dificultad. Espero contribuir a que conozcamos un poquito más dichos lugares y a despertar la curiosidad del lector para que en su próxima salida, inicie la entrada a otro lugar... un lugar al que viajar sin necesidad de sacar billete.

jueves, 6 de octubre de 2022

LA SIMA DE BERGE

 

Todavía recuerdo el día en el que Daniel Millera me dijo que Fina, vecina de Berge, le había dicho que en las inmediaciones de la Virgen de la Peña había una sima a la que ella iba de pequeña con sus hermanos. Era mayo de 2019. La única pista que me dio es que estaba frente a la ermita, pero ni punto cardinal, ni nombre de partida, ni coordenadas, ni ninguna otra referencia.

Fueron al menos tres las tardes en las recorrí las inmediaciones de la Berge antigua. La ladera Sur de la Cantera del Lugar, las tumbas visigodas, el barranco que baja hasta la fuente de Plata, la cresta en la que se encuentran los restos de la vieja fortaleza… No hubo suerte.

Comencé a intuir que aquella sima debía ser similar a la de Valdelamata, un agujero de reducido tamaño muy difícil de encontrar, por lo que decidí llamar a mi amigo Alejandro Latorre a ver si él podía darme alguna pista sobre su ubicación. Alejandro no recordaba donde se encontraba, pero sabía de alguien que probablemente sí. Minutos después volvió a llamarme y me dio las siguientes indicaciones: “Sigue el barranco que baja a la fuente de Plata y sube hasta un sondeo de arcilla que hicieron arriba. Desde allí miras hacia el pueblo y en la ladera de la izquierda está la sima. Es bastante grande.” Me puse manos a la obra. En cuanto pude, me acerque al lugar que me habían indicado.

Recuerdo que me coloqué justo encima de la considerable brecha realizada en la montaña para comprobar la calidad de sus arcillas. Observé la ladera de la izquierda intentando distinguir algún extraño relieve, alguna característica geológica que me diese alguna pista. Alejandro había dicho que era grande, sin embargo no alcanzaba a ver ninguna hondonada, ninguna hendidura, ninguna discontinuidad en la vegetación que me ayudase a localizarla.

Es entonces cuando me fijé en algo peculiar. Entre la típica vegetación de monte, existía un conjunto de copas de un verde distinto. Desde la distancia me parecieron latoneros, algo totalmente insólito en el lugar en el que me encontraba, casi a 1000 metros de altitud y sin humedad aparente. Me dirigí hacia ese lugar.

Allí estaba, a mis pies. Una dolina de unos quince metros de diámetro camuflada por una vegetación floreciente que salía de su interior. No era muy profunda. En su parte más baja tendría alrededor de diez metros, pero el derrubio se había acumulado en el fondo con una notable inclinación, dejando bajo la oquedad de las capas jurásicas el fondo de la sima y el lugar donde se encontraba el sumidero. Parecía un pequeño anfiteatro.

Aquella depresión tenía su propio clima. Incluso su propio ecosistema. Había cantidades ingentes de excremento de Cabra Montes, plumas, huesos de muy diferentes tamaños…

Al fondo a la derecha, mirando desde el lugar por el que se puede acceder a la sima, es donde encontramos el sumidero de la misma. La pared está constantemente húmeda y si acercas la mano a los huecos que quedan entre el derrubio y la roca madre notas una corriente de aire. Es probable que sean las cavidades que alimentan la fuente de Plata, cientos de metros más debajo de donde se encuentra la dolina.

Aquella sima llamó poderosamente mi atención. Su estructura geológica era distinta a las que yo conocía. No tenía la profundidad de las de Oliete o La Ginebrosa y en nada se parecía a la de Foz Calanda. Aquella pequeña hondonada en las capas del jurásico de la Valfondilla, era especial. Nada más salir de allí, supe que sería protagonista en la celebración de nuestro X aniversario.

En 2021 celebrábamos el X Aniversario de Explorador de Proximidad, y una de las actividades programadas se iba a realizar en la sima de Berge. Teníamos todos los permisos y todos los parabienes. Contábamos con el sí de Donax Trío, que había aceptado participar en esa idea loca de realizar un concierto en el interior de la dolina, y también Luis Moliner estaba dispuesto a contarnos el origen geológico de aquel hundimiento, pero el tiempo no quiso que lo hiciéramos para esa fecha. Tuvimos que suspender, las previsiones meteorológicas eran horribles y decidimos no correr riesgos.

Finalmente, a propuesta de la Asociación de Amigos del Patrimonio Geológico de Teruel, aquella actividad que tuvo que ser suspendida en octubre de 2021, se celebró el pasado domingo 21 de agosto.

Un éxito de participación y una experiencia extraordinaria. El único pero, es que yo no pude realizar la excursión completa por una lesión inoportuna, por lo que no tuve la posibilidad de guiar al grupo y explicar las curiosidades que he encontrado por la zona. Eso sí,  me consta que los guías, tanto Luis como Chus, lo hicieron fantásticamente.

El día amaneció perfecto, y los participantes en la marcha comenzaron a llegar al parking de la ermita de la Virgen de la Peña a la hora convenida. El ambiente era distendido, pese a que se reunieron personas de diversos puntos geográficos que nunca habían coincidido. Incluso asistieron gentes de Berge que jamás habían estado en la sima de su pueblo.

En este caso, ante la imposibilidad de realizar la ruta, mi labor fue la de acompañar a los artistas hasta el escenario del concierto. Víctor ya había estado allí, pero Heli y Jorge se sorprendieron muchísimo al llegar al lugar donde se escucharían sus fantásticas melodías. Los grandes bloques de derrubio nos ayudaron a montar unos asientos cómodos y fiables para los intérpretes y con los primeros sonidos de los metales ya nos dimos cuenta que la acústica de aquella cavidad era sensacional.

Esperamos pacientemente la llegada de los senderistas y una vez allí se inició el original concierto. Fantásticos los amigos de Donax Trío, que hicieron las delicias de cuantos allí nos encontrábamos. Una vez finalizado el concierto, la marcha continuó su recorrido circular en busca del parking de la ermita. Una actividad de 10.





Acabo esta peculiar aventura agradeciendo a Víctor, Heli y Jorge que dijesen SI, a aquella extraña propuesta que les hice en febrero de 2021,  Luis Moliner por estar siempre dispuesto a echarnos una mano y hacer suya y de su asociación esta curiosa experiencia y a todos y todas los que decidisteis acompañarnos en esta original excursión. GRACIAS, nada tiene sentido si no se comparte.