Esta grabado con una "go pro" barata sin estabilizador, así que pedimos disculpas por los movimientos de cámara. De todas formas creo que en el vídeo se aprecia muy bien la espectacularidad de este bellísimo enclave. Os aseguro que con agua es extraordinariamente mágico.
Explorador de Proximidad
" Cada salida, es la entrada a otro lugar"
" Cada salida, es la entrada a otro lugar"
Este blog pretende transmitir la belleza y peculiaridad de lo cercano, los lugares que nos transportan en el tiempo y en el espacio. Rincones de nuestra geografía mas próxima que nos dejen sin aliento o nos transmiten una paz necesaria en momentos de dificultad. Espero contribuir a que conozcamos un poquito mas dichos lugares, y a despertar la curiosidad del lector para que en su próxima salida, inicie la entrada a otro lugar... un lugar al que viajar sin necesidad de sacar billete.

lunes, 16 de abril de 2018
martes, 3 de abril de 2018
CASTILLO DE MORELLA
La madrugada
del 26 de octubre de 1232, Don Blasco de Alagón y cinco de sus caballeros
atravesaban la puerta Ferrissa del castillo de Morella. Alguien la había
abierto desde el interior. La fortaleza caía en manos de la mesnada del
caballero aragones.
Ese fue el
final de la dominación árabe del castillo morellano. La hermosa atalaya
morellana, habitada desde el III milenio antes de Jesucristo, iniciaba una nueva época, con un nuevo señor
al cargo.
No tardo
mucho en llegar la conquista de Morella a oídos del Rey Jaime I “El Conquistador”,
que pese a haber autorizado a Don Blasco a quedarse con la posesión de todo
aquello que conquistase en la invasión del Reino valenciano, considero la plaza
de tanta importancia, que decidió ir a reclamársela personalmente.
Puerta Ferrissa
Así lo
cuenta el propio Rey en el “Llibre del fets”, relato autobiográfico del
monarca:
“Así que llegó don Blasco á nuestra presencia, apeóse; pusímonos
Nos en pié, al verle; y luego nos sentamos todos con don
Pero Ferrandez, don Atorella y Zeit—Abuzeit: pero habiéndonos
él manifestado que quería hablar con Nos á solas, despedimos á todos
los demás. — ¿Qué es lo que mandáis, señor? nos dijo: —
Vos sabéis, don Blasco, le respondimos, que sois nuestro mayordomo,
que os hemos tenido siempre en mucho y os hemos otorgado muchas gracias, y que
sois además feudatario nuestro; por tanto,
ya que, según me habéis noticiado, Dios os ha concedido
el apoderaros de ese lugar tan fuerte y tan famoso, bien podéis
conocer vos que por muy bien que con él nos sirviéseis, la plaza
es tal, que solo un rey debe poseerla: os rogamos, pues, que por
la naturaleza que con Nos tenéis, por las singulares mercedes
que siempre os hemos dispensado, y como mayordomo nuestro, consintáis en
entregarnos ese castillo, y por ende os habrémos de hacer tanto bien á vos y á
todos los vuestros, que pueda luego deciros todo el mundo, que buen galardón
llevásteis por el servicio que nos hicísteis. —¿Y no recordáis, señor, la
escritura que me habéis otorgado? — Sí, en efecto; y en ella se dice que debe
ser vuestro cuanto ganéis de los moros. — Ciertamente, señor.— Á
pesar de esto, don Blasco, vos conocéis ya que no debe perteneceros esa
conquista, porque es tal el castillo, que vale tanto como un condado con todas
sus pertenencias; lo que podéis hacer es, que ya que Dios os ha dado tan buen
lugar y podéis cedérmelo, me lo entreguéis, haciéndoos yo en recompensa tantas
mercedes, que por ellas conocerán los hombres el señalado servicio que me
habréis prestado, y cuán agradecido os quedo.— Señor, nos contestó, lo pensaré
y os daré la respuesta. — Apartóse entonces con cuatro caballeros que iban con él,
y después de haber deliberado, volvió y nos dijo: —¿Empeñado estáis, señor, en
poseer la plaza de Morella?—Bien podéis conocerlo, le respondimos: para Nos es
muy importante el tenerla, mientras que á vos os es más conveniente lo que os
hemos ofrecido.— Ya que es esta vuestra voluntad, y que tanto os interesa el
poseer dicha fortaleza, me conformo, señor, y pláceme que sea vuestra: solo una
cosa os pido, y es que os dignéis dármela en feudo:
yo la tendré por vos; y ya que soy yo el que os la cedo, justo es
que sea preferido á todos los demás. — Que nos place, le
dijimos; y por consiguiente vámos á presencia de don Pero
Ferrandez, don Atorella, Zeit-Abuceit y los demás caballeros, para que sepan
todos que vos la tendréis en feudo por Nos. —Bien está, nos
contestó; - y nos marchámos en seguida á encontrar á dichos
nobles. Llegados Nos y Don Blasco á presencia de ellos, quería éste
que Nos hablásemos primero; mas habiéndole objetado que á él
le tocaba el hacerlo, tomó la palabra y dijo: —Señor, Vos me
otorgásteis escritura, en que me cedisteis
todos los lugares que yo conquistase de los moros; pero tánto me habéis
favorecido, y tánto me prometéis favorecerme en adelante, que es muy justo que
por mi parte os preste cualquier servicio que puedo prestaros. Así pues, ya que
Vos queréis que sea vuestro ese castillo, quiérolo también yo; y solo os pido
que pueda tenerlo en feudo por Vos, pues justo es que para ello sea yo
preferido á cualquiera otro hombre de vuestro reino. — Contestámosle que se lo
agradecíamos, y que le recompensaríamos el servicio que acababa de prestarnos;
y con estopúsose ante Nos de hinojos, y nos prestó homenaje de manos y de boca,
de que tenia por Nos el castillo de Morella. Permanecimos allí
todo aquel día, y á la mañana siguiente partimos para Arés, y
nos posesionámos de dicho lugar, dando á los peones que se habían apoderado de él
tales recompensas, que quedaron muy satisfechos de Nos.”
Actualmente,
la fortaleza, es más parecida a como la dejo el General carlista Ramón Cabrera y su ejército,
que a como la encontró Don Blasco tras su reconquista, pero es tan imponente,
tan enorme, tan extraordinaria… que no puedes dejar de imaginar la sensación que
debió tener el caballero aragones la primera vez que se asomo a sus almenas mas
altas.
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