“...a los demás hombres así de Castellote como de las Cuevas, para vosotros y vuestros sucesores según composición que en este tiempo se hizo entre vosotros y fray Ponce Menescal, los términos siguientes, a saber: el Vivallo y desde el Vivallo toda la sierra adelante a la Almanarella, hasta la Cueva de Alvarc, hasta Villar de los Trillos, y desde Villar de los Trillos hasta Cazarabed, hasta el río, y río arriba hasta el vado de Julve y desde el vado de Julve hasta la fuente que se dice de la Pinilla y desde la Pinilla hasta la lengua de Fortún Garcés, dividiendo el término las aguas batientes, y desde la lengua hasta la Val de Abra(...) y desde allí hasta el lecinar y desde el lecinar hasta la caída de Fogañan y desde Fogañán hasta el collado de Vallipón y desde el collado de Vallipón hasta el azud de Camarón y desde el azud toda la sierra arriba hasta el Vivallo y la Cueva dividiendo los términos.”
Esto reza una parte de la carta puebla de “Castellot”, concedida por la Orden del Temple en 1282.
En un primer análisis, de este pequeño párrafo de tan valioso documento, podemos extraer conclusiones realmente interesantes.
La primera es que, pese a que hay nombres realmente irreconocibles o lugares desaparecidos, podemos seguir geográficamente la descripción de los términos de Castellote y Cuevas de Cañart, los cuales han variado poco desde entonces.
En segundo lugar, que por le año 1282, ya existía el paso del vado en Ejulve, importante arteria de comunicación en la antigüedad. Todavía hoy podemos contemplar el espectacular puente del Vao en el lugar.
La tercera es que la Azud de Camarón, coincidiría en ubicación aproximada con la actual Azud de Abenfigo, por lo que el sistema de riego de Mas de las Matas tiene, casi con toda seguridad, una antigüedad superior al milenio, y su origen es islámico o incluso romano.
Y la cuarta es que no cabe duda que Cazarabet, la mítica ciudad islámica de Qasr’Abbad, estaba ubicada aguas arriba del embalse de Santoléa, cerca de las hoces.
Si a esto ultimo le sumamos que todavía hoy existen en el lugar los restos de una masada conocida como Cazarabé, no cabe duda que la mítica ciudad islámica de Qasr'Abbad, que según el geógrafo andalusí del siglo XI Al Udri era capitalidad de un basto territorio, se encontraba sin lugar a dudas entre las localidades de Ladruñan, Cuevas de Cañart, Ejulve y Tronchón, muy probablemente cercana a la masada que hoy recibe su mismo nombre.
Ya han sido dos las visitas que hemos realizado a este bello paraje, buscando pruebas inequívocas del lugar que ocupo esta ciudad islámica conocida como Qasr’Abbad (Palacio de Abbad), y en ninguna de las dos hemos tenido la suerte de encontrar nada verdaderamente determinante.
La ultima vez que visitamos el lugar decidimos explorar el barranco de Torrecilla, uno de los dos barrancos que desembocan por la margen izquierda del Guadalope, pocos metros después de la conocida como Hoz Baja, y el lugar donde se ubican los restos de la masada conocida como Cazarabé, lugar que ya visitamos anteriormente.
https://exploradordeproximidad.blogspot.com.es/2016/01/qasr-abbad-y-el-puente-de-la-fonseca.html
Arqueológicamente fue un fiasco. Nada destacable, ningún indicio cierto de que allí pudo estar la importante ciudad Andalusí de la Marca Superior. Si es cierto que vimos restos de una antigua acequia que recibía sus aguas del barranco, restos de diversas masías dispersas por todo el cauce, algunas de ellas no señaladas en los mapas cartográficos. Numerosos aterrazamientos con piedras quizá muy labradas para menesteres agrícolas en una zona tan abrupta… pero definitivamente nada que pudiera llevarnos a pensar que en aquel lugar se asentó una de las ciudades más importantes de las Taifas musulmanas.
Eso si, si arqueológicamente la visita fue un fiasco, personalmente perderse en aquel lugar es fascinante. Paisajes indómitos, grandes muros de caliza, cortadas imposibles, bellos bosques, formaciones geológicas de extraordinaria belleza… uno de esos lugares en el que el silencio grita. Uno de esos lugares con una fuerza y una espectacularidad, capaces de emocionar al mas insensible de los humanos.
No tardaremos en volver, esta vez será la ladera contigua al impresionante muro natural de la primera hoz, el lugar elegido para nuestra exploración. El pasó más lógico al otro lado de las primeras hoces.
Allí, entre el cauce del Guadalupe y el Barranco del Mas Royo, desde la distancia, pude distinguir las derruidas estructuras de una construcción, y aterrazamientos. Sin lugar a dudas un lugar estratégico. Además quizá desde ese promontorio podamos distinguir los restos de un antiguo balneario ubicado bajo el pico de Los Baños, lugar donde existe un manantial de aguas termales, junto al cauce del Guadalope.
Ojala tengamos mas suerte en esa visita. Ojala podamos hallar indicios de aquel desaparecido Palacio de Abbad. Pero sino es así, volveremos. Y lo haremos las veces que sea necesario, pues cada visita a este fascinante rincón del Maestrazgo es una extraordinaria inyección de energía. Un subidón en toda regla. Para mí, una de las zonas más impresionantes que he visitado jamás.
CONTINUARA…
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