Un antiguo manuscrito autobiográfico hallado
en un desván de la localidad francesa de Nantes asegura que Jules Gabriel Verne
(Julio Verne) “imagino” su novela “Viaje al centro de la tierra” mientras
visitaba la Sima de San Pedro de Oliete.
El pasado sábado 19 de diciembre será
difícilmente olvidado por el joven investigador francés Pierre Duport. Lo que
en principio iba a ser una mudanza, se convirtió en el encuentro de un tesoro
excepcional. En el Desván del numero 135 de la Rué Gambetta de Nantes fue hallado
un manuscrito autobiográfico, envuelto en un pañuelo verde de seda, escrito por
el famoso escritor francés Julio Verne.
Dicho manuscrito consta de
aproximadamente diez páginas donde narra sus peripecias en su proceso de documentación
para escribir “Cinco semanas en globo”. Julio Verne cuenta como, bloqueado en
la escritura de las primeras páginas de la novela, decidió volar en globo desde
Nantes hasta Argel, con el objetivo de que ese aventurado viaje fuese una inspiración.
En dicho viaje, una tarde de agosto de 1861, fue sorprendido por una tormenta
de pedrisco que le obligo a aterrizar en pleno corazón de la cuenca minera turolense,
concretamente en el bello barranco del Mortero de Alacón, en la comarca de Andorra-Sierra de Arcos. Ayudado por los
vecinos de la pequeña villa bodeguera, Verne traslado su globo a la localidad
donde comenzó a ser zurcido por dos ancianas costureras.
Julio Verne permaneció en Alacón tres
días hasta que pudo reanudar su marcha en globo hacia Argel. En ese tiempo no
dudo en probar los excelentes “caldos” caseros que se elaboraban en las bodegas
de Alacón, así como hacer turismo por las localidades cercanas.
Precisamente en una visita a la sima
de San Pedro de Oliete, mientras Verne observaba a un joven agricultor bajar
hasta el fondo de la sima en busca de Palomina para las huertas, al escritor francés
se le ocurrió el titulo de otra de sus novelas: “Viaje al centro de la tierra”.
Imaginó que aquel joven bien parecido, accedía a las entrañas de la tierra por
aquel enorme agujero, viviendo excitantes y extrañas aventuras en un mundo fantástico.
Julio Verne afirma en su manuscrito, que la sima de San Pedro le abrió los ojos
a una gran novela, que sería publicada en 1864.
En Alacón, sus vecinos más antiguos todavía
recuerdan las historias que contaban sus padres sobre un loco francés que bajo
del cielo. Un simpático cuentacuentos con gran imaginación que paso unos días junto
a los vecinos de la pequeña localidad de la Sierra de Arcos. Según dicen, todo el
mundo recuerda lo que Julio Verne grito cuando su globo volvía a elevarse en dirección
a Argel. Dijo: INOCENTESSSSSSSS
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