" Cada salida, es la entrada a otro lugar"

Este blog pretende transmitir la belleza y peculiaridad de lo cercano, los lugares que nos transportan en el tiempo y en el espacio. Rincones de nuestra geografía más próxima que nos dejan sin aliento o nos transmiten una paz necesaria en momentos de dificultad. Espero contribuir a que conozcamos un poquito más dichos lugares y a despertar la curiosidad del lector para que en su próxima salida, inicie la entrada a otro lugar... un lugar al que viajar sin necesidad de sacar billete.

martes, 18 de febrero de 2020

LOS OLMOS

En la tarde de hoy nos hemos acercado al cerro de La Regadía, en la vecina localidad de Los Olmos. Existe allí un yacimiento arqueológico sobre el que aún tenemos que documentarnos. 
 

Eso sí, hemos aprovechado el desplazamiento para visitar el casco urbano de la villa bajoaragonesa, una exploración a fondo. Nos ha sorprendido  ver la gran colección de dovelas que presiden los vanos de las puertas de muchas de las casas de esta pequeña localidad. 

No cabe duda de que esos arcos de bello sillar responden a la época de esplendor de la edad moderna, cuando la lana autóctona  era casi tan apreciada como la seda en los mercados exteriores. Solo es necesario ver la monumentalidad de la lonja del Ayuntamiento, reformado a partir del primer piso, para darse cuenta de qué la lana también dejó riqueza en esta localidad en tiempos pasados.Excepto la calle Mayor y las de nueva construcción, el resto de vías son angostas y sinuosas, presididas por un recinto sito sobre el pequeño cerro por cuyas laderas se extiende la villa. 






 
En dicho recinto podemos encontrar varios muros de mampuesto y sillar, pero lo que más llama la atención es una explanada empedrada, un empedrado de dibujos geométricos y bellas formas. Es difícil pensar que tanto trabajo estuviese destinado al uso agrícola, parece seguro que dicha explanada fue construida para otros usos en su origen. ¿Quizá un elemento del desaparecido castillo de Los Olmos? Nosotros apostamos por ello.

El término municipal de esta localidad pertenecía a los dominios de la encomienda calatrava de Alcañiz desde el año 1179, era una de las aldeas de la poderosa villa alcañizana. En una bula papal concedida a la Orden por Gregorio VIII en 1187,ya se mencionaba el castillo de Los Olmos, así que existir, no cabe duda de que existió.









En fin, hemos disfrutado de un maravilloso paseo por esta cuidada villa bajoaragonesa. Un paseo con sentimientos encontrados, por un lado alegría porque la soledad nos ha permitido fijarnos en cada detalle sin miedo a la desconfianza que provoca un forastero que lo mira todo con lupa. Por otro, la tristeza de saber lo que significa que un miércoles a las cinco de la tarde, no hayamos cruzado una mirada con nadie en ningún momento. Otro pueblo que agoniza. 




1 comentario:

  1. Bello el silencio.
    Donde un tiempo donde corriamos a todo momento del dia.
    Risas ,lloros se mezclaban soñando el reloj .
    Con la hora para volver a casa.
    Tiempos de recuerdo

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