" Cada salida, es la entrada a otro lugar"

Este blog pretende transmitir la belleza y peculiaridad de lo cercano, los lugares que nos transportan en el tiempo y en el espacio. Rincones de nuestra geografía más próxima que nos dejan sin aliento o nos transmiten una paz necesaria en momentos de dificultad. Espero contribuir a que conozcamos un poquito más dichos lugares y a despertar la curiosidad del lector para que en su próxima salida, inicie la entrada a otro lugar... un lugar al que viajar sin necesidad de sacar billete.

sábado, 2 de febrero de 2019

LA PILA BAUTISMAL DE LA MATA DE LOS OLMOS.

Ya hemos hablado alguna vez de este precioso rincón del Bajo Aragón, la bella composición arquitectónica que forman el Ayuntamiento y la Iglesia de San Bartolome en La Mata de los Olmos.



Es curioso ver dos fotografías del mismo lugar en épocas distintas, diferenciadas por los años y la evolución tecnológica. Sin embargo, en ambas épocas se contaba y se cuenta la leyenda del origen de la pila bautismal de la localidad, que todavía se encuentra en su iglesia, y del nombre de la villa. Una leyenda que dice así:


“En la localidad de La Mata de los Olmos, situada entre Montalbán y el Bajo Aragón, en tiempos de la Orden de Calatrava sucedió lo que narra la siguiente leyenda:

Desde hacía ya mucho tiempo atrás, los habitantes de La Mata de los Olmos, cuando tenían un nuevo descendiente, se veían obligados a llevarlo a bautizar a la localidad vecina de Los Olmos porque no disponían de pila bautismal en su iglesia.

Ocurrió que en una de las guerras que acaecieron por aquel entonces, llegaron a La Mata un grupo de soldados heridos y muertos de hambre. Ninguno de los pueblos por los que pasaron se dignaron a darles algo de comer ni tampoco hospitalidad. Llegados a La Mata de los Olmos, los habitantes los recibieron cariñosamente ofreciéndoles comida y cama para descansar.

Al día siguiente, descansados y repuestos, decidieron reanudar su marcha, pero antes de partir, el jefe de la tropa, en agradecimiento, preguntó a los habitantes del pueblo que qué les podían ofrecer en pago por lo que habían hecho por ellos. Los de La Mata, sin dudarlo un momento, contestaron que una pila bautismal. El jefe les prometió que la tendrían lo más pronto posible.

Pasado algún tiempo, el jefe y sus soldados cumplieron lo prometido y nunca más tuvieron que ir los recién nacidos de la Mata a ser bautizados a los Olmos.

Ya en aquel entonces los soldados le llamaron al pueblo Mata el Hambre, posteriormente se le llamó Mata-la y con el tiempo La Mata de los Olmos.”




Fotografía antigua extraída de la web de La Mata de los Olmos. 
Fotografía de la pila bautismal extraída de la web de terueltirwal

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