" Cada salida, es la entrada a otro lugar"

Este blog pretende transmitir la belleza y peculiaridad de lo cercano, los lugares que nos transportan en el tiempo y en el espacio. Rincones de nuestra geografía más próxima que nos dejan sin aliento o nos transmiten una paz necesaria en momentos de dificultad. Espero contribuir a que conozcamos un poquito más dichos lugares y a despertar la curiosidad del lector para que en su próxima salida, inicie la entrada a otro lugar... un lugar al que viajar sin necesidad de sacar billete.

jueves, 8 de febrero de 2018

LOS OLVIDADOS

“Hay que evitar el combate en lugar de vencer en él. Hay triunfos que empobrecen al vencido, pero no enriquecen al vencedor”
Juan Zorrilla de San Martín (1855-1931) Periodista, ensayista y poeta uruguayo.

Cuenta la leyenda, que Don Pedro Cebrián y Ballester, vecino de Alcorisa, el cual era conocido como “El Reyecico de Aragón” debido a su participación decisiva en favor de los Borbones en la guerra de Sucesión, ya en las postrimerías de su vida visito por última vez la Corte. 

Se postró ante el Rey Felipe V y esté, informado de sus gestas en favor de su persona durante la última guerra, le preguntó:

-          Don Pedro ¿Hay paz en vuestras comarcas?
-          Sí majestad, hay paz en nuestras comarcas. – respondió el alcorisano
-          Entonces hay paz en toda España. – Sentenció el Monarca.

Y es que la zona comprendida hoy por el Parque Cultural  del Maestrazgo, olvidada en tiempos de paz, ha tenido la desgracia de ser siempre núcleo de todas las guerras. Desde los tiempos en que Iberos y Romanos guerreaban, intentando resistir, los primeros, la llamada “Romanización”, no ha habido batalla que no haya salpicado a las míticas tres Bailías. 

 Castillo de Aliaga (Aliaga)

Eje central de los conflictos entre Al-Mundir y Al Mutaman, hermanos y reyes de las Taifas de la Marca Superior. Protagonista en la reconquista de los dos Alfonsos, el I y el II. Zona de conflicto en la llamada guerra de los Pedros, que enfrento a Castilla y Aragón. La expulsión de los moriscos tampoco fue pacífica en nuestra provincia, o al menos así parece desprenderse de los sucesos ocurridos en el castillo de Calanda con motivo de aquella circunstancia. La guerra de Sucesión fue enconada y violenta en toda nuestra zona, con duros enfrentamientos entre los partidarios del francés y los Migueletes, milicias al servicio del candidato de los Austrias. Los franceses también arrasaron varias de nuestras localidades en la Guerra de la Independencia. La destrucción de nuestro Patrimonio durante las guerras carlistas estaba a la orden del día, todo valía para acabar con los partidarios de uno u otro bando, incluso quemar pueblos enteros. La desamortización, aunque no fue violenta, también supuso un duro golpe a la conservación de nuestros tesoros patrimoniales. La guerra civil de 1936  azoto de forma brutal todo nuestro territorio, algunas grandes batallas de la contienda tuvieron lugar en nuestra provincia. Y para colmo, la presencia de los maquis, supuso que el Gobernador Civil ordenase el abandono obligatorio de cientos de masías para evitar su colaboración con los guerrilleros. Por no hablar de los Pantanos, que sumergieron un rico patrimonio. Debido a la construcción del embalse de Santoléa incluso se voló un pueblo entero de forma injustificada, pues su nucleo urbano no se veía afectado por la lámina de agua.


                                                      Convento de Monte Santo (Villarluengo)

Todo esto, unido a la inmensa pobreza de la posguerra, supuso que encarásemos la segunda mitad del siglo XX con buena parte de nuestro patrimonio semiderruido. Tan solo las iglesias y ermitas recibían donativos de los vecinos mas pudientes para que fuesen arregladas dada la extrema religiosidad que se respiraba en la dictadura.

Mientras tanto, aquellas antiguas construcciones a las que no llegaba el diezmo, lanzaban enormes bocanadas de auxilio, solo  escuchado por aquellos coleccionistas que aprovecharon la situación de extrema pobreza para llevarse numerosas obras de arte muy por debajo de su valor real, como por ejemplo Frederic Marés, cuyo museo podemos visitar en Barcelona. Por “cuatro perras” conseguían que Ayuntamientos y particulares les vendieran elementos patrimoniales de gran interés patrimonial. Bastante tenían nuestros paisanos con ver como la mayor parte de sus vecinos hacían el petate y marchaban en busca de una vida mejor en otro lugar, como para preocuparse de aquellos edificios semiderruidos que todavía albergaban alguna imagen, relieve o fresco de lo que fue y ya no era.

                                          Covento Servita (Cuevas de Cañart)

Eso sí, la pregunta sería… Si aquellos coleccionistas privados no hubiesen realizado esos “saqueos” legales, ¿Hoy disfrutaríamos de las piezas que ellos compraron? ¿O también se habrían perdido? 

Sea como fuere, no cabe duda que este territorio no fue el único que perdió innumerable patrimonio durante las últimas guerras, pero por desgracia, aquí, la mayor parte de lo que se perdió jamás se restituyo, jamás se reconstruyó, jamás se ha recuperado. Hoy el Parque Cultural del Maestrazgo es una zona sembrada de  cadáveres arquitectónicos de especial relevancia, de monumentales castillos semiderruidos, de grandes monasterios que siguen luchando por mantener en pie sus últimos muros. De estructuras artificiales ya olvidadas, perdidas en los rincones más inhóspitos, a las que ni siquiera podemos dar ya un nombre.

                                                      Castillo del Cid (Fortanete)


Por desgracia, nuestro territorio ha llegado a un punto de no retorno. Lo que en tiempos hubiese supuesto una fuerte inyección económica en esos edificios para darles su esplendor original, hoy ya es una inversión inabordable, casi imposible. Por eso, siendo realistas, debemos ser conscientes de que el objetivo actual con este numeroso patrimonio olvidado, no debe ser su reconstrucción, sino su consolidación. Procurar que los pocos muros que aun resisten en pie, esos “esqueletos” arquitectónicos que nos recuerdan la importancia que tuvo el lugar en un pasado lejano, sigan ahí para que los conozcan nuestros hijos, y los hijos de nuestros hijos. 

El castillo de Castellote es un buen espejo en el que mirarse. La consolidación y  desescombro de todos estos elementos arquitectónicos de especial relevancia que pueblan nuestro territorio, no deberían de ser un compromiso, sino una obligación.


                                              Castillo de Castellote (Castellote)


El olvido no es victoria
sobre el mal ni sobre nada
y si es la forma velada
de burlarse de la historia
para eso está la memoria
que se abre de par en par
en busca de algún lugar
que devuelva lo perdido
no olvida el que finge olvido
sino el que puede olvidar

 Torre Piquer (Berge)

 Convento Servita (Ladruñan)

 Convento del desierto de Calanda (Calanda)

                                                    Castillo de Fontaner (Fortanete)
 
Castillo de Cañada de Benatanduz 

                                            Ermita de Santa Barbara (Mas de las Matas)

 Restos de lo que parece ser una fortaleza sobre un cerro de las hoces del Guadalope

Esto son algunos ejemplos, aunque seguro que me dejo muchos otros. Por no hablar  de masías o complejos industriales, que de esos tenemos a cientos…
 

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario