Los hornos de Foz Calanda y
Pitarra, son hoy dos bellos ejemplos, conservados y restaurados, de la
pujante industria cerámica que se extendió por el valle del
Guadalopillo, desde Foz hasta Alcorisa, durante más de dos milenios.
Foz Calanda Pitarra
De hecho, entre las dos poblaciones, se encuentra el complejo alfarero
del Mas de Moreno, un yacimiento ibero-romano (siglos II y I a.c.) que
con sus seis hornos, es uno de los alfares más importantes que se
conocen en toda la península ibérica durante aquella época. En los
alrededores de este complejo se hallaron dos hornos más, junto al Más
del Cipres, hoy enterrado, y el horno del Olmo, parcialmente visible en
la actualidad.
La importancia de la industria alfarera en
Alcorisa está más que demostrada. Durante las obras de la travesía,
aparecieron los restos de un horno antiguo, precisamente muy cerca de la
calle alfarerías. Además, Pedro Rujula, en su libro sobre Alcorisa,
relata que a comienzos del siglo XIX, de las 500 familias que formaban
el núcleo poblacional de la villa, 100 se dedicaban a la alfarería, un
20 %.
No cabe duda pues que Alcorisa y Foz Calanda compartieron, a
lo largo de su historia, una tradición cerámica presente hasta bien
entrado el siglo XX. El horno de Pitarra y el de Foz, son dos buenos
ejemplos de la importancia que ha tenido el arte de la transformación de
la arcilla en toda la cuenca del Guadalopillo.
El horno de Foz
se encuentra en la misma localidad, entrando desde el embalse de
Calanda, a mano derecha. El de Pitarra se sitúa junto a la nacional 232,
entre Calanda y Alcorisa, y recibe su nombre porque la partida en la
que se ubica se llama así.
Hay constancia documental de que
Pitarra fue un despoblado medieval de relativa importancia tras la
reconquista, de hecho se le concedió carta puebla, junto a Foz Calanda,
en el año 1202. Posteriormente pasaría a formar parte de los dominios de
la Orden de Calatrava, y una vez Alcorisa logro la independencia del
Concejo alcañizano fue una partida más dentro de los límites de la nueva
villa real.
Se desconoce su ubicación exacta, pues ningún resto
arqueológico apreciable ha llegado hasta nuestros días, tan solo su
nombre se ha conservado. Podría ser que los antiguos bautizaran al
poblamiento ibero-romano de La Guardia como Pitarra, pero allí no se han
encontrado restos de cerámica medieval, por lo que la posibilidad es
muy remota. Es mucho más probable que el abandono hiciera sucumbir las
antiguas edificaciones de este poblamiento, y la sobreexplotación
agrícola, unida a la continua roturación de la tierra, acabase por
ocultar cualquier posible indicio.
Sea como fuere, visitando
estos dos bellos ejemplos de horno tradicional, todavía hoy podemos
imaginar la importancia que la industria alfarera tuvo en estas tierras.
Lo importante que fue la explotación y procesado de la arcilla para la
subsistencia de nuestros antepasados. Actualmente, por desgracia,
seguimos explotando la excelente arcilla que nos rodea, sin embargo casi
todo su procesado se realiza en tierras mucho más lejanas.
HORNO DE FOZ CALANDA
HORNO DE PITARRA
http://www.patrimonioculturaldearagon.es/plan-general-de-investigacion-de-patrimonio-cultural-arqueologia-hornos-ceramicos-de-mas-de-moreno-foz-calanda-teruel
https://historiasdelbajoaragon.wordpress.com/2012/08/21/alfareria-tradicional-del-bajo-aragon-1-el-horno-de-foz-calanda-teruel/
https://historiasdelbajoaragon.wordpress.com/2012/08/21/alfareria-tradicional-del-bajo-aragon-1-el-horno-de-foz-calanda-teruel/
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