" Cada salida, es la entrada a otro lugar"

Este blog pretende transmitir la belleza y peculiaridad de lo cercano, los lugares que nos transportan en el tiempo y en el espacio. Rincones de nuestra geografía más próxima que nos dejan sin aliento o nos transmiten una paz necesaria en momentos de dificultad. Espero contribuir a que conozcamos un poquito más dichos lugares y a despertar la curiosidad del lector para que en su próxima salida, inicie la entrada a otro lugar... un lugar al que viajar sin necesidad de sacar billete.

sábado, 18 de junio de 2016

LAS NORIAS DE ALCAÑIZ





Alcañiz fue una de las villas más poderosas de toda la Corona de Aragón, de todas las Españas. 

Tras la donación que Alfonso II realizo a la Orden de Calatrava de Alcañiz  y sus dominios en 1179, la encomienda se convirtió, con el paso de los años, en la más influyente que los freyres calatravos tenían en territorio aragonés.

Alcañiz tenía jurisdicción, y por lo tanto recibía tributo, en numerosas aldeas. Sus dominios alcanzaban gran parte del Matarraña y el Bajo Aragón. Era tal el poder que ostento el Concejo alcañizano que incluso disputaba privilegios a la propia Orden de Calatrava por vía judicial.

Los prohombres alcañizanos adquirieron un poder económico enorme gracias a la explotación de los recursos agrícolas y ganaderos de todo su término. Mientras que las aldeas se ahogaban teniendo que tributar a la Orden y al Concejo por igual, sufriendo todas las desventajas que suponía tener la administración pública y de justicia a varias leguas de distancia.

Fue tal el enfrentamiento de la Orden con el Ayuntamiento alcañizano y sus prohombres, qué en 1283 varios vecinos tomaron el castillo produciendo gran tumulto, seguramente a instancias de los grandes burgueses de la villa. Así se desprende de un documento, sito en el Archivo de la Corona de Aragón, en el que el infante Alfonso solicita a los oficiales reales que hagan cumplir la sentencia del Justicia de Aragón contra los asaltantes de la fortaleza calatrava.

Los diferentes comendadores hallaron una solución a estos enfrentamientos, el desmembramiento progresivo de la jurisdicción alcañizana. Así pues, apoyaron las reivindicaciones que las aldeas hacían a la Corona para ser reconocidas como villas de pleno derecho, de ese modo seguían tributando a la Orden, pero se desligaban de los yugos del Concejo de Alcañiz, restándole así poder económico y territorial.

Ese poder económico lo adquirieron gracias a los innumerables recursos de que disponían en el territorio, el más importante el recurso hídrico. Se cree que ya los romanos diseñaron las infraestructuras adecuadas para convertir gran parte del valle del Guadalope en regadío, construyendo la acequia vieja, hoy canal de la Estanca. 

Todavía hoy podemos contemplar tres infraestructuras hídricas que demuestran la importancia de la huerta en la economía de la “Histórica y Heroica” ciudad de Alcañiz.

Tres norias bellísimas. Hoy son metálicas, a simple vista fruto ya de la reindustrialización, pero las construcciones que las alojan parecen anteriores. Apostaría que las norias actuales no han sido las únicas que cumplieron la función de elevar el agua, que las que hoy podemos contemplar sustituyeron a otras más antiguas, probablemente de madera, que cumplieron su función muchos siglos antes. Quizá estas norias ya funcionaban cuando los vecinos de Alcañiz decidieron asaltar el castillo calatravo. Juzgar vosotros mismos.











                                                       

        

        

        

       

       

      

      

      

      












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