" Cada salida, es la entrada a otro lugar"

Este blog pretende transmitir la belleza y peculiaridad de lo cercano, los lugares que nos transportan en el tiempo y en el espacio. Rincones de nuestra geografía más próxima que nos dejan sin aliento o nos transmiten una paz necesaria en momentos de dificultad. Espero contribuir a que conozcamos un poquito más dichos lugares y a despertar la curiosidad del lector para que en su próxima salida, inicie la entrada a otro lugar... un lugar al que viajar sin necesidad de sacar billete.

lunes, 5 de octubre de 2015

DESCUBRIMOS PARA REDESCUBRIR


 
Si algo he aprendido en estos años curioseando por ese enmarañado mundo archivero, es que la historia puede cambiar de un día para otro a golpe de transcripción. Lo que hoy creías negro, puede convertirse en blanco. Lo que era una teoría, puede convertirse en certeza. Lo que dabas por seguro, acaba demostrándose falso.

Y es que rebuscar en el pasado tiene estas cosas, pero ¿Cómo podría un buen explorador no hacerlo?

                Los libros olvidados, los documentos perdidos y encontrados… pueden convertir un edificio mas, en una estancia única, un montón de piedras, en “ese” montón de piedras, un pequeño yacimiento, en el buscado yacimiento, un simple peirón, en el legendario peirón.

El patrimonio y esos viejos documentos van de la mano. Aquello que escribió el secretario de un viejo Obispo, el notario de una aldea, el comendador de un castillo, el general de una guerra, la monja de un convento, la tabernera de una posada… aquellos viejos legajos se convierten en el alma del lugar en el que se redactaron. Significa descifrar las experiencias vitales de aquellas personas que amablemente decidieron legarnos un trocito de ellos mismos para que recordemos que esa enorme construcción que hoy observamos con asombro, en otro tiempo fue un reguero de vida.

Pues bien, hace unos meses, en uno de los episodios de “En busca del castillo perdido” escribía que la Bula Papal del año 1187 firmada por Gregorio VIII en la que concedía privilegios a la Orden de Calatrava era el documento conocido más antiguo en el que se hacía referencia a Alcorisa.


Las incesantes pesquisas han hecho que aquella bula papal se convierta en el segundo documento más antiguo de los que yo conozco que hace referencia a nuestra villa. Buscando información sobre los despoblados de Pitarra y Val de Nuez me tope con una referencia de Jordán de Asso en su libro “Historia de la economía política de Aragón”, escrito a finales del siglo XVIII, sobre un antiguo documento del Cartulario Menor de La Seo de Zaragoza en el que se nombraba el despoblado de “Valdenues”.

Hace unos días, los archiveros del cabildo zaragozano tuvieron a bien hacerme llegar la transcripción de dicho documento y… ¡¡Sorpresa!!. No solo había referencia a Valdenuez, también a Pitarra y, cómo no, a Alcorisa. Este documento, en el que un Obispo llamado Bernardo hace una donación a la cámara de La Seo de Zaragoza, habla sobre las iglesias de varios pueblos y despoblados bajoragoneses.


Lo sorprendente es que está fechado en 1148, cuando las fronteras entre cristianos y musulmanes en el Bajo Aragón variaban a diario a golpe de mandoble. Es más, es probable que en esas fechas, el castillo alcorisano y el poblamiento que lo acompañaba, estuviesen de nuevo en manos islámicas, pues tras la muerte de Alfonso I y la crisis abierta en el reino por su testamento, los musulmanes, agazapados en Morella, dieron un paso al frente reconquistando de nuevo las poblaciones que el Batallador había conquistado años antes.

¿Qué significa esto?

En primer lugar significa que Alcorisa en 1148 ya tenía un núcleo poblacional lo suficientemente importante para tener iglesia propia. Iglesia que muy probablemente los cristianos, tras la conquista de Alfonso I, reubicaron en alguna dependencia musulmana (¿Quizá en una antigua Mezquita?), pues es difícil que a los discípulos de la cruz les diera tiempo a construir su propio templo en tiempos tan convulsos, donde las escaramuzas e incursiones en territorio enemigo eran habituales.

En segundo lugar significa que aquella primera iglesia documentada en 1339 en el Archivo Municipal, la iglesia de María Magdalena, pudiese ser la misma que el Obispo Bernardo dono a La Seo de Zaragoza en 1148, y por lo tanto el germen poblacional del actual núcleo urbano de Alcorisa.

¿Cuál era la ubicación de esta iglesia? ¿Cuál pudo ser el origen del Alcorisa actual? Solo diré que actualmente disponemos de una pista muy importante que podria resolver este acertijo, pero de momento no desvelaremos el misterio, pues es preciso seguir investigando para confirmar nuestras sospechas.

Como veis nunca aseguro nada, solo teorizo, pues por desgracia el tiempo me ha enseñado que en la historia nada es seguro, y yo no tengo ni la titulación ni la experiencia necesaria para convertir teorías en certezas.  Lo que hoy parece un castillo, mañana puede ser una ermita.

Sea como fuere, como dije antes, estamos al capricho de antiguos legajos. Estamos en manos de encuentros casuales, de fructíferas investigaciones que, de golpe y porrazo, den con algún antiguo testimonio escrito de la historia de nuestra villa. DESCUBRIMOS PARA REDESCUBRIR

No hay comentarios:

Publicar un comentario