Cesáreo Gil Atrio, en su libro “Alcorisa y sus tradiciones” da por hecho que el tercer señor del castillo de Alcorisa fue un Ballester. Así lo confirma el árbol genealógico que la familia Nadal, descendientes de los Ballester de Alcorisa, cedieron a Gil Atrio para ser publicado. Según esta genealogía, Ramón Ballester y su esposa Juana Bernat tomaron posesión del señorío del castillo de Alcorisa poco después de 1271, año en el que murió Pelegrín de Atrosillo, hasta entonces señor del mismo. De hecho, según se asegura en dicho árbol genealógico, el hijo de Ramón Ballester y Juana Bernat fue el primer Ballester que nació en nuestro pueblo.
¿Pero quién era aquel
Ramón Ballester que se afincó en Alcorisa en el siglo XIII?
Castillo de Alaro (Mallorca)
Es muy posible que
este Ramón Ballester fuera uno de los hijos del Caballero Berenguer Ballester,
oficial de las huestes de Don Nuño Sánchez, tío de Jaime I y Conde del
Rosellón, Conflent y Cerdaña. Según nos cuenta Don Luis Valero de Bernabé y
Martin de Eugenio, director del Colegio Heráldico de España y las Indias,
en una interesante genealogía sobre la que luego profundizaremos, Don Nuño
Sánchez recibió el distrito de Manacor en el reparto de la isla de Mallorca una
vez conquistada. Consta en el “Llibre del repartiment” que se encuentra en el
Archivo del Reino de Mallorca. Después, el Conde del Rosellón repartió esas
tierras entre los 100 caballeros que mandaban sus mesnadas, las alquerías de
Alcarax, Viñola y Garbayó, fueron para Don Berenguer Ballester.
A día de hoy
todavía no tengo la seguridad de que el Ramón Ballester que fue quemado vivo en
Alaro en 1285, fuera el mismo que llegó a Alcorisa poco después de 1271, pero
fechas, nombre y escudo de armas son coincidentes, así que es una posibilidad
cierta. ¿Es posible que los Ballester de Alcorisa y los de Mallorca nacieran
del mismo tronco familiar? ¿Quizá Ramón Ballester, sabiendo del peligro de
guerra que asolaba la isla mallorquina, dejó a su esposa y parte de sus mesnadas
en Alcorisa antes de partir a defender el castillo del que era Alcaide?
Esto explicaría el por
qué de la construcción de un nuevo casco urbano. La llegada de las mesnadas de
Don Ramón y de sus familias superó la capacidad de la antigua alquería alcorisana.
Se inició entonces la construcción de un nuevo pueblo amurallado que
probablemente terminaría sobre 1293, pues en ese año Don Ruy Sánchez,
Comendador Mayor de la Orden de Calatrava en Alcañiz, concedió a la aldea de
Alcorisa sus primeros fueros, tal y como aparece en el libro “Colección de
fueros y cartas pueblas de España”
"Colección de fueros y cartas pueblas de España"
Pues bien,
hace ya un tiempo, indagando en la historia de esta noble familia, descubrí
que uno de ellos, Blas Ballester Calvo, infanzón e hijo del caballero Blas
Pedro Ballester, caso con doña Angela Morla Zaydia. En un primer momento ya me
pareció raro que un infanzón alcorisano contrajese matrimonio con la hija de un
potentado mallorquín (Otra vez Mallorca) afincado en Valencia, Don Ambrosio
Morla Aucina, pero eso me dio pie a tirar de ese hilo. A través de ellos,
descubrí una genealogía referente a los Morla de Alcudia, escrita por Don
Luis Valero de Bernabe y Martin de Eugenio, que me puso tras la pista de otra
antigua familia de Manacor, con grandes riquezas, que también se apellidaba
Ballester. Por suerte para mi, Don Luis Valero de Bernabe, Doctor en Historia,
Director del Colegio Heráldico de España y de las Indias, también había
investigado la genealogía de los Ballester de Manacor.
Genealogía de los Ballester de Manacor de Don Luis Valero de Bernabé y Martín de Eugenio
En un primer momento
pensé que aquellos prohombres mallorquines de origen catalán, instalados en la
isla en 1229, justo acabada la reconquista, nada tenían que ver con los
Ballester de Alcorisa. Pero, muy al contrario, estaban relacionados y mucho,
pues gracias a la genealogía antes mencionada pude entender el porqué de la
relación existente entre los Ballester alcorisanos y la isla de Mallorca. En la
séptima generación encontrábamos la respuesta:
“Don
Blas Pedro Ballester y Net, segundogénito de Don Rafael Ballester y de Doña
Cathalina Net, nació en la ciudad de Palma y siendo mozo marchó a enrolarse en
los 8 Tercios de Italia en busca de fortuna, interviniendo en la Campaña de la
Valtelina (1618/1626). Éste era un estratégico valle de la cordillera Alpina
que permitía el paso entre el Milanesado español y el Tirol austriaco dominios
ambos de los Habsburgo, por lo que su posesión era vital en aquellos momentos
en que Europa ardía en la denominada “Guerra de los Treinta Años”, por ser la
única vía terrestre por la que el Imperio Español enfrascado en la guerra
contra los protestantes podía enviar refuerzos a Flandes. Don Blas demostraría
su arrojo y valor en la campaña contra los Grisones, pueblo que habitaba dicho
valle de la Valtelina, interviniendo activamente en la pacificación del Valle y
siendo uno de los artífices del Tratado que el 6 de febrero de 1621, firmó el
Duque de Feria, Capitán General del Ejército Español, con los grisones y por el
que se garantizaba el libre tránsito de las tropas y avituallamientos españoles,
y se permitía el establecimiento de guarniciones españolas en los enclaves
estratégicos que protegían el Valle. En el Archivo de la Real Audiencia de
Aragón (Zaragoza) se encuentra el Real Privilegio y Comisión que se despachó en
la villa y corte de Madrid, a los doce días del mes de marzo de 1622, por el
rey Don Felipe IV “El Grande”, que comisionó todo su Real Poder y facultad al
Excelentísimo Señor Don Gómez Suárez de Figueroa y Córdova, Duque de Feria,
Gobernador y Capitán General por Su Majestad en el Estado de Milán, para que en
nombre de Su Majestad promoviera y armara al grado y honor de Caballero a Don
Blas Ballester y Net, lo que sería solemnemente realizado en el Campo de la
Magiolina del Ducado de Milán, el día 29 de julio de 1622, por el propio Duque
de Feria ante todo el Real Ejercito formado y armado en orden de parada, según
se estilaba entonces para honrar a los héroes de guerra. Se indica además
textualmente en el citado legajo que: “A fin que dicho Don Blas Ballester y
toda su descendencia por línea masculina, hasta entonces nacida y la que
hubiera de nacer en adelante, gozaran de todos los fueros, exenciones,
privilegios, libertades e inmunidad que los demás Caballeros del presente Reino
pueden y deben gozar". A su regreso a España Don Blas no volvió a
Mallorca, pues en premio a sus servicios en la guerra de Italia le fue
encomendada la Baylia del Castillo de Alcorisa, localidad aragonesa distante
seis leguas de la ciudad de Alcañiz (Teruel) y a cuya jurisdicción calatrava
pertenecía. Una vez allí para poder tomar posesión de su cargo tuvo que probar
su nobleza mediante una Jurisfirma de Infanzonía, obtenida ante el Tribunal del
Justicia Mayor de Aragón, con fecha 28 de noviembre de 1622 En adelante tanto
él como sus descendientes residirían en Aragón, pues Don Blas conocería y
contraería matrimonio en la parroquial de San Pedro Apóstol de Visiedo (Teruel)
hacia 1627 con Doña Juana Jerónima Calvo, natural de dicho lugar, hija de Don
Juan Calvo y nieta de Don Juan Calvo, infanzones avecindados en Visiedo,
perteneciente a la jurisdicción de Calamocha. Fruto de su matrimonio serían Don
Blas, Don Pedro, Doña Josepha y Doña Jerónima Ballester Calvo”
Según
esta genealogía con las pertinentes referencias documentales, los Ballester,
infanzones de Aragón, llegaron a Alcorisa en 1622. ¿Cómo podía ser posible?
Existen referencias anteriores en los libros de nuestros historiadores locales
que ya hablan de la presencia de la familia Ballester en Alcorisa. De hecho el
primer Alcaide de la villa de Alcorisa fue Don Juan Ballester. Pero si, según
este documento, Don Blas Pedro Ballester y Net recibió la Baylia del Castillo
de Alcorisa como premio a sus servicios en el siglo XVII, ¿quiénes eran los
Ballester que ya residían en la villa desde el siglo XIII?
El árbol genealógico de la familia Nadal, descendiente de los Ballester, no
deja lugar a dudas. El hijo de Don Ramón y Doña Juana nació en Alcorisa, y
contrajo matrimonio con una andorrana de buena cuna. Sin embargo, si analizamos
detenidamente el fogaje o censo poblacional realizado en 1495, ningún Ballester
aparece en la relación de apellidos de los vecinos y vecinas de Alcorisa. ¿Qué
significa esto?
Mi teoría es que a la muerte de Don Ramón Ballester en 1285, fueron los
hermanos de este, residentes en Manacor, los que se hicieron cargo del sustento
y supervisión de los descendientes de su familia y del señorío del castillo
alcorisano. Los Ballester afincados en Alcorisa jamás se censaron en la nueva
aldea, pues para una familia de posibles, en la que muchos de sus miembros
fueron altos cargos de la Corte, no era ningún privilegio ser los señores de
una aldea. Los Ballester de Manacor disponían de Alcorisa como la residencia
más cercana al monarca, su cuartel general en la península. Sin embargo no
consideraron un privilegio su posesión hasta que, en 1605, Alcorisa dejó de ser
aldea para convertirse en Villa. Es ahí donde los Ballester ponen su nombre en
el día a día de la localidad, fundando un mayorazgo en 1622 y entonces sí,
reconociéndose a ellos mismos como señores del castillo.
Estoy convencido, pues, del origen manacorí de los Ballester alcorisanos, de la
importancia de la posesión del señorío del castillo de la aldea como punto
intermedio entre sus tierras isleñas y la Corte zaragozana. Como también estoy
convencido de la importancia de esta familia en el hecho de que, finalmente,
Alcorisa se convirtiera en Villa.
A partir de 1622 la familia Ballester residirá oficialmente en Alcorisa, Villa
Real de reciente creación. De hecho, en la petición de caballerato de Don Blas
Ballester que se encuentra en los archivos de la Corona de Aragón, éste ya hace
referencia a los numerosos cargos que sus antepasados tuvieron en nuestro
pueblo y a que dos de ellos participaron incluso en la Guerra de Granada.
A raíz del título de villa, muchos son los documentos en los que el apellido
Ballester aparece junto a “natural de Alcorisa”. Maestres, comendadores,
caballeros, notarios, infanzones, jerarcas eclesiásticos, mariscales de campo,
madres superioras, monjas… Los siglos XVII, XVIII y XIX son años de esplendor
para esta familia, que entronca con otros nobles linajes como los Cebrián, los
Morla, los Lop, los Ardid, los Sánchez-Muñoz… Adquiriendo incluso títulos
nobiliarios como, por ejemplo, la Baronía de la Linde.
Mención especial merece Don Pedro Cebrián y Ballester, conocido como “el
Reyecico de Aragón”. Por los servicios que prestó al primer monarca Borbón de
España en la guerra de sucesión consiguió para Alcorisa el título de “Fiel y
muy ilustre”.
Antes de terminar nuestro recorrido, a vuela pluma, en la historia de esta
familia de importancia capital para nuestra villa y nuestro castillo,
permitidme recordar un suceso narrado por Pedro Rújula en su libro sobre
Alcorisa. Dice así:
“En los últimos meses de vida Manuel Ballester, perteneciente a una noble
familia de infanzones de la villa, pensó en remodelar la capilla donde se aloja
el crucifijo del Monte Calvario. La ermita era de patronato del Ayuntamiento y
todas las iniciativas y obligaciones referidas a ella corrían de parte del
pueblo. Valiéndose Ballester de que un familiar suyo era el único letrado de un
Ayuntamiento compuesto por labradores obtuvo la aprobación de esta obra que
inicio sin demora. Transformó el hueco de la peña donde se alojaba la Santa
Imagen mediante unas tablas doradas y labradas y sustituyo el escudo de las
cinco llagas flanqueado por dos angelotes que presidía la capilla por las armas
de su familia. El escudo era tan ostentoso - tan sobresalientes y en tal
disposición que dan en rostro a cuantos entran en la ermita – que provocó la
indignación de los vecinos y el temor del Ayuntamiento a que le fuera
arrebatado el patronato de la ermita. Se enteraron los municipales de las
condiciones de favor que habían mediado en la autorización y la revocaron, pero
llevados ante los tribunales por Ballester, el Real Acuerdo ordenó restablecer
en su lugar el escudo”
Página 40 del libro “Alcorisa” de Don Pedro Rújula.
Esto sucedió en 1774. Curiosamente
200 años después de la construcción de la primera ermita del Santo Sepulcro y
500 después de la muerte de Pelegrín de Atrosillo, segundo señor del castillo
alcorisano, y de la llegada de la familia Ballester al señorío del castillo
alcorisano.
Pero si en
1774 la ermita era de patronato del Ayuntamiento, ¿en qué basó el juez su
veredicto para fallar a favor del escudo de armas de la familia Ballester? ¿Qué
derechos tenían sobre la ermita aquella familia de infanzones
alcorisanos?
Sabemos por la genealogía de Don
Blas Pedro Ballester y Net que esta familia ostentaba las dignidad de bayles
del castillo. ¿Tuvieron algo que ver estas dignidades con la resolución
judicial de aquel pleito en el que se vieron inmersos el Ayuntamiento y uno de
los ciudadanos ilustres de Alcorisa? ¿Quizá algún privilegio histórico sobre el
lugar donde se encontraba la ermita del Santo Sepulcro?
Alcorisa y
su historia está ligada a esta noble familia de origen catalán, pero llegados
de la isla de Mallorca. Como siempre digo, conocer las memorias de este linaje
es recuperar la memoria de una villa a la que le fueron arrebatados la mayor
parte de los legajos en los que se escribieron sus crónicas.
No
hay lugar a dudas de la estrecha relación que existía entre los Ballester y la
ermita del Santo Sepulcro, y estoy convencido que averiguar a ciencia cierta el
por qué de este continuo vínculo nos ayudara sobremanera a encontrar muchas de
las respuestas que andamos buscando.
El castillo de Alcorisa y los Ballester, son hilos de una misma madeja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario